Red Natura 2000

Las seis regiones biogeográficas existentes en la Unión Europea (boreal, continental, atlántica, alpina, mediterranea y macaronésica) son el marco elegido para conservar hábitats y paisajes de las distintas latitudes.

España comparte cuatro regiones: tres en la Península (atlántica, alpina y mediterránea) y una exclusiva en las Islas Canarias (macaronésica).

En Aragón se encuentran representadas la región alpina (7% del territorio) y la región mediterránea (93% del territorio), a la cuál pertenece la Sierra de Albarracín.

Las Directivas de Aves (para proteger las aves silvestres y sus habitats) y Hábitats (para preservar hábitats y especies comunitarias) son los dos pilares sobre los que se sustenta la conservación de la riqueza biológica en Europa. En ellas se contempla la creación de una red de lugares importantes para los 250 hábitats y 700 especies enumeradas en las directivas.

En la Red Natura 2000 quedarán integrados todos los hábitats y especies que, región por región y en su conjunto, garantizarán la conservación de la Biodiversidad de la Unión Europea.

La Red Natura 2000 debe mantener sus hábitats en buen estado de conservación. Las estrategias para el desarrollo integral de estos espacios deben apoyarse en la investigación, en la innovación y en la adaptación tanto de prácticas tradicionales como nuevas, logrando una gestión ágil en la que participen directamente agricultores, ganaderos y todos los agentes sociales implicados, apoyados y asesorados por científicos y técnicos.

Estar incluido en la Red Natura 2000 implica que en este lugar se prima la conservación de determinados hábitats. Las actividades económicas que se realicen no pueden poner en peligro los habitats y especies por los que se ha declarado. Igualmente las nuevas actuaciones que se propongan deben estar sometidas a evaluación y examen para su compatibilidad con la preservación de la riqueza biológica.

En la Sierra de Albarracín se han incluido los siguientes lugares de importancia comunitaria:

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